Aceites Faciales
Siempre comentamos la importancia de cuidar nuestra piel y mantenerla en equilibrio para que luzca radiante.
Un producto que nos puede ayudar en esta labor son los aceites faciales, en concreto en esta estrada al blog os quiero descubrir el maravilloso mundo de los aceites faciales vegetales, sus propiedades, beneficios y cual es el más apropiado para nuestro tipo de piel.
Tenemos la falsa creencia que el uso de un aceite en nuestra piel nos proporcionará grasa y por lo tanta favorecerá la apariencia de granitos.
Pero nada más lejos de la realidad, hay que tener en cuenta que nuestra piel se compone de un 50% de agua y un 50% de aceite, mantener ambas proporciones nos ayudará a lucir una piel equilibrada.
Dependiendo de nuestro tipo de piel estas proporciones de agua y aceite variarán por lo que deberemos de ayudar a nuestra piel aplicando productos que favorezcan ese equilibrio.
Implementar un aceite facial en nuestra rutina diaria de cuidado de la piel nos ayudará a dar un aporte extra de nutrición.
Tipos de Aceites Faciales
Podemos encontrar diferentes tipos de aceites faciales, como son los vegetales, aceites esenciales o aceites sintéticos.
En esta ocasión nos vamos a centrar en descubrir todos los beneficios que podemos encontrar en los aceites vegetales.
Aceites Vegetales
Son aceites puros, extraídos de las plantas, los cuales deben de haber sido extraídos en frío para mantener todas sus propiedades en el proceso de extracción.
Aceite de Argán:
También conocido como oro del desierto, es un aceite vegetal con muy buenas propiedades antioxidantes. Ademas de sus beneficios en la piel como pueden ser calmante, antiestrias e hidratante, también tiene beneficios en nuestro pelo y uñas.
Es rico en vitamina E y no comedogénico, por lo que puede aplicarse en la piel sin miedo a que nos produzca un exceso de sebo.
Aceite de Coco:
Destaca por su propiedad tonificante, es muy beneficioso para pieles secas, ya que por su nivel de nutrición aportan un extra de hidratación a la piel.
También es empleado como mascarilla capilar.
Por su gran aporte de hidratación es aconsejable evitarlo en aquellas pieles grasas.
Aceite de Almendras Dulces:
Perfecto para pieles sensibles, contiene vitaminas y minerales.
Por su propiedad hidratante es muy común usarlo durante el embarazo para mantener la tripa bien hidratada y de esta forma evitar las temidas estrías.
Aceite de Rosa de Mosqueta:
Contiene un elevado grado de ácidos grasos esenciales poliinsaturados.
Es muy nutritivo para la piel y regenerante.
Aceite de Caléndula:
Recomendado en pieles infantiles y delicadas.
Es perfecto para combatir las manchas en la piel producidas por el sol o el envejecimiento.
Aceite de Jojoba:
Muy beneficioso para las pieles con tendencia al acné, regula la producción de sebo en nuestra piel, por lo que es ideal para controlar el sebo y los brillos en ella.
Contiene un alto contenido en Vitamina E.
¿En qué momento de la rutina facial utilizarlos?
A parte de utilizarlos para dar un aporte extra a nuestra piel de nutrición, podemos darles diferentes usos.
Uno de ellos puede ser como desmaquillante, calentamos unas gotas en nuestra manos y damos un masaje en nuestro rostro, lo que hará el aceite es deshacer todo el maquillaje incluida la máscara de pestañas, una vez deshecho todo el maquillaje lo retiramos con agua tibia.
Es super rápido para desmaquillarnos y además evitamos utilizar tantos discos desmaquillantes.
En nuestra rutina facial, lo podemos aplicar después de nuestra crema hidratante, lo cual hará que todos los productos aplicados con antelación se mantengan más tiempo en nuestra piel. Es aconsejable utilizar el aceite facial por la noche.
Si queremos conseguir un acabado más jugoso de nuestra base de maquillaje podemos aplicarnos unas gotas de nuestra aceite facial antes de la aplicación de la base de maquillaje.
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