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El maquillaje de la Mujer Romana

Continuamos con nuestras entradas al blog dedicadas a la evolución del maquillaje en cada época. Este post lo vamos a dedicar a analizar cómo era el maquillaje de la mujer romana y cuál era su ideal de belleza.

 

¿El ideal de belleza es el mismo que el de la mujer egipcia?

En la anterior entrada al blog Apolo MakeUp analizamos el ideal de belleza de la mujer egipcia, vimos cómo el maquillaje lo utilizaban a modo de protegerse de infecciones en los ojos, de enfermedades o como insecticida.

El maquillaje de la mujer romana se aplicaba  con fines muy distintos al de las mujeres egipcias.

Las mujeres romanas, en concreto las de clase alta, dedicaban gran tiempo en maquillarse y en cuidar su apariencia personal.

Muestra de ello lo podemos apreciar en la obra del pintor español Juan Jiménez Martín titulada “Tocador de una dama romana” en donde aparece reflejado el momento en el que unas esclavas maquillan y peinan a la dama romana de la época.

Ideal de belleza romano

Las mujeres del Imperio Romano tenían especial obsesión por su cuidado facial, siempre se acostaban por la noche con una mascarilla para alisar las arrugas, suavizar la piel o quitar manchas del rostro.

Las mascarillas se hacían de pétalos de rosa, leche de burra o pasta de arroz. También se dice que las hacían con sangre, excrementos o vísceras de animales.

El cutis era primordial que tuviera un aspecto perfecto, radiante y luminoso. 

El maquillaje de la mujer romana

La tendencia del maquillaje en aquella época era utilizar base de maquillaje hecha con vinagre, óxido de estaño y lanolina, ingredientes los cuales se usaban para suavizar la piel y blanquearla.

Además, dar un aspecto de salud al rostro también era muy característico, esto lo conseguían maquillando un buen pómulo rosado.

El maquillaje de ojos se realizaba con tonos azules, negro y definiendo muy bien las pestañas.

Los labios en esta época se maquillaban en tonos vivos.

Y sí tenían algo en común las mujeres romanas y egipcias, las cejas se perfilaba muy bien y se unían sobre la nariz.

 

 

 


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